Aprende a saborear la vida, puede parecer fácil, pero en el fondo es la tarea más difícil de todas.





-Por qué te quiero,en 65 palabras:
Te quiero porque creo que entiendes como soy.
Te quiero porque a ti te puedo contar lo que a nadie le puedo contar.
Porque puedo sentir que mi vida a tu lado cobrará sentido y dejará de ser vacía.
Te quiero porque me dijiste que te gustaban absolutamente todos mis lunares, y eso nadie me lo habia dicho jamás.


Te quiero tanto que me gustaría...


-¿Qué te gustaría?


-No sé, no lo he podido escribir... Se me agotaron las palabras, 65 son muy pocas, ¿no?


-Si, son pocas.


lunes, 24 de mayo de 2010

Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro,
cuando no tienes futuro, cuando no tienes nada que perder, cuando...
cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo
el tiempo. Y querrías liberarte como sea. De cualquier forma. De la
más simple, de la más cobarde, sin dejar de nuevo para mañana este
pensamiento: «Él no está.» Ya no está. Y entonces, simplemente,
querrías no estar tampoco tú. Desaparecer. Paf. Sin demasiados problemas,
sin molestar.
Sin que nadie tenga que decir: «Oh, ¿te has enterado?
Sí, precisamente ella... No sabes cómo ha sido...» Sí, ese tipo
contará tu final, lleno de quién sabe cuáles y cuántos detalles, se inventará
algo absurdo, como si te conociera de siempre, como si sólo
él hubiera sabido realmente cuáles eran tus problemas. Es extraño...
Si quizá ni siquiera has tenido tiempo de entenderlos tú. Y ya no podrás
hacer nada contra ese gigantesco boca-oreja. Qué palo. Tu memoria
será víctima de un imbécil cualquiera y tú no podrás hacer
nada por remediarlo.







[...]No lo habíamos buscado...Dulces promesas y jóvenes mentiras...¿Por qué te escapas ahora? Te hace daño el pasado. Recuerda que no fue casualidad...

1 comentario:

Contradicciones.