¿Realidad? o ¿Apariencia?

4 de diciembre. Laura y María no saben qué hacer.
Van a cierto lugar abandonado de su cuidad, Almería, para echarse mil fotos. Las fotos de sus vidas.
Han quedado a las 4.
Pasa una hora, son las 5. Todo bien.
Hasta que, empiezan ha oír ruidos.
-¿Oyes lo mismo que yo?
-Si, pero no será nada.

Pasan 10 minutos. Ven a alguien. Se estremecen.

Bajan la escalera de ese desastroso sitio.
Justo en ese momento, miran hacia arriba. Hay dos chicos. Son guapos. No les harán daño. Se ríen y comentan la escena.
- Tio, ¡pues están buenas eh!

Ellas se ríen, pero siguen a lo suyo.

Los chicos también se ríen. Después chillan:
- ¡Oyee! échame una foto ¿no?

María, muy segura, contesta.
- ¡Si bajas y te la echas conmigo si!

Un segundo después, ellos desaparecen. Están bajando la escalera. Pero en ese instante, Laura reacciona, y echa a correr.

María no va a ser menos. Corren la una detrás de la otra hasta que llegan a la puerta.

Se tranquilizan, no las siguen.

Miran hacia la puerta, por donde pasan un grupo de amigos.
- Laura, guarda la cámara, que estos son los que suelen venir aquí.

Laura obedece.

Gracias a dios, ya que en ese instante, pasa un grupo de unos chicos con no muy buenas pintas que comienzan a silvarles.
Ellas, instintivamente, comienzan ha andar en dirección opuesta, justo hacia el sitio de donde habían escapado de los otros dos.

Piensan en correr, pero momentáneamente, el grupo de chicos las alcanzan.
Comienzan a temblar. Tienen miedo. Mucho miedo. Piensan en lo peor. ¿Las van a violar? ¿Les harán daño?

Uno de los chicos comienza a hablar.
- ¿Cómo os llamáis?

María es la primera en contestar. No duda un instante.
- Yo me llamo María
- Yo em..Yo Laura.

El chico se acerca y les da dos besos.

Ellas, se mueren del asco, pero disimulan.

Sus pensamientos empeoran. Intentan buscar a los otros chicos de antes, de los que huyeron la primera vez. Rezan. Pero ya no están.

Los chicos las rodean mientras andan.

Ellas cada vez sienten más miedo, se les nota.
- Estás nerviosa. ¿Es que te damos miedo?- Le dice a María.
- No, es que tengo frío.- Miente.

Los chicos se ríen. Les preguntan que a donde van.

Laura, muy decidida comienza a ir más rápido.
- Es que nuestro padre nos espera.

María se queda atrás, con los chavales. Siente miedo como nunca antes había sentido. Por ello, dirigiéndose a Laura, dice:
- Laura ¡ espérame!

Laura se para. Pero un segundo después vuelve a ir igual de deprisa. Por suerte, esta vez, María va a su lado.

Salen por la enorme puerta roja todos juntos.

Ellas, se paran y dicen en voz alta:
- Bueno, nosotras nos vamos que hemos quedado.

Uno de ellos, el más hablador, contesta:
- No pasa nada, vamos con vosotras.

Ellas atemorizadas,añaden:
- No. No importa. Es que hemos quedado con niños.

Y se empiezan a alejar.

Miran hacia atrás cada 4 pasos, para comprobar si las siguen.
Nada. no hay nadie.
Suspiran. Se alivian. Pero siguen con el miedo en el cuerpo toda la tarde.
Cada vez que oyen el mínimo ruido, se agarran fuerte las manos. Y se estremecen.


Cada vez se van relajando más. Ha sido un susto, sólo eso. Un gigantesco y horrible susto. Sólo que la próxima vez, no tiene por que ser sólo un susto...


Al menos han aprendido una cosa: Si alguna vez pasase algo, ninguna de las dos abandonaría a la otra.

~ Porque no tendría miedo a las dificultades: lo que la asustaría sería la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaría abandonar otros, pero nunca abandonarte a ti.~  

NT.(:
[...]No lo habíamos buscado...Dulces promesas y jóvenes mentiras...¿Por qué te escapas ahora? Te hace daño el pasado. Recuerda que no fue casualidad...